El aroma de la vida

El verano da su aviso de que empieza a terminar. Las temperaturas, que han sido insufribles en las últimas semanas, se han dejado caer hasta casi otoñar. La pasada tarde, camino a casa, una esquiva y anónima tormenta había mojado los campos, es cierto que tan solo levemente: ni siquiera el oscuro asfalto lo delataba. ¡Pero el aroma...! Nada ni nadie puede desprender esa ráfaga que casi se puede tocar, que se saborea, que quisiéramos guardar en la retina de la memoria para siempre, junto a la emoción que los amarillentos campos desprenden bajo el cielo radiante y plomizo.


Allí avanza la carretera, llevándote tan rápido que el aroma se confunde con un golpe. Entonces he pensado en la vida tranquila. He visto el arroyo de aguas flacas, adelgazadas por el estío, plateadas a la poca luz de la tarde que cae. He visto los tipis apuntando al cielo dorado que se abre en cortinas de agua al fondo. He visto a los niños jugando más allá de las tiendas, bajo los escuálidos árboles. Y he oído sus risas, confundidas con los cánticos de los guerreros agradeciendo la lluvia que ha mojado los campos, levantando sus manos, con las palmas celebrando al cielo y golpeando la tierra con sus pies. Y aquí, a la orilla del escaso cauce, las mujeres se acicalan, con su piel de cobre desnuda. Una tarde tranquila, recibiendo la lluvia que ha de traer los dones de la tierra. Algo tan sencillo y tan hermoso: nubes de plata, cortinas de agua, inmenso paisaje, el relincho de los caballos, la alegría de los niños, el son de los guerreros, la paz de las mujeres, los cantos del cauce,...


Y yo pasando veloz, sin poder detenerme... El mundo que hemos perdido y que solo podemos recobrar en momentos como este, cuando la lluvia destapa los campos estivales y esparce su aroma, un aroma universal y atemporal. El aroma que embriaga el campamento, el aroma que todos ellos encontraron alguna vez, el aroma que sobrecogió sus corazones y los unió. Un aroma que no se puede confundir con nada: el aroma de la vida.

Reserva india (Thomas Worthington Whittredge)