La cigüeña blanca

Pintura de Jose Projecto.
Acostumbrados como lo estamos tan a la presencia de las cigüeñas, lo están ellas a la nuestra, y seguramente el primer paso fue suyo. El respeto que el hombre ha manifestado históricamente hacia estas aves ha contribuido a que las cigüeñas hayan confiado sus nidos a las edificaciones humanas. Tradicionalmente han utilizado campanarios y torres, tejados, cornisas y aleros de iglesias, conventos, palacios y otros grandes edificios; pero tampoco desdeñan otros soportes más modernos, como torretas de tendidos eléctricos e incluso las grandes estructuras de señalización del tráfico. Menos acostumbrados estamos a encontrar sus colonias sobre árboles, canchales o cantiles rocosos.

La cigüeña blanca contribuye de forma especial a embellecer y mantener un ambiente natural en los cascos históricos y pueblos en general. Hasta aquí llegan a mediados o finales del invierno más de 11.000 parejas que, tras ocupar su habitual nido, alegran la primavera con su intenso crotoreo, sonido que recuerda a la preparación del gazpacho machacado en cazuela de madera. Tan original saludo repetirán también los jóvenes a lo largo de su crianza, que vemos culminar absortos ante sus desgarbados movimientos por los tejados y sus frágiles primeros saltos al aire.

Pintura de Chris Bacon.

El final del verano concentra a jóvenes y adultos en rastrojeras y vaguadas, alimentándose gracias a la abundancia de langostos. Muchas dirigirán después su blanquinegro vuelo hacia tierras africanas, pero otras, cada vez más, se quedarán en Extremadura todo el invierno.

Los cambios en nuestro sistema de vida y, sobre todo, la mejora de la calidad de vida han modificado nuestra manera de consumir, debido a lo cual producimos una gran cantidad de residuos orgánicos. Esos restos que antes cada cual aprovechaba para el engorde de ganado o abono del huerto, ahora se arrojan por kilos diariamente al cubo de la basura. Las cigüeñas blancas y otras especies, como garcillas y gaviotas, aprovechan los vertederos de residuos sólidos como fácil y abundante comedero durante los meses fríos en los que faltan otros recursos. Probablemente este ha sido uno de los principales factores que han contribuido a la recuperación poblacional de la especie, y seguramente el futuro reciclaje de los residuos sólidos orgánicos provocará un nuevo ajuste en sus efectivos, ahora reduciéndolos.


Pintura de Robert Bateman.